le regalo mi catarsis a la madrugada
desde dos treinta hasta cuando resistan
- los ojos abiertos, la mente intranquila -
le regalo tu perfume a mi almohada
y así dejar de extrañarte, en la madrugada
- los ojos cerrados, la mente descansa - .
son las noches
que en verdad
desaparecen,
no se dejan ver,
disfrutarse menos;
se oscurecen apenas
e irradian calor,
de la calle a la cama
de la cama al sillón
del sillón al baño
y del baño a la cama.
+ miércoles, jueves y viernes.
(me hacés falta)
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