Si alguien quiere enamorarse... no se detenga

octubre 09, 2008

calma.

el sol.
al sol.
extrañaba revolcarme al sol.
necesitaba revolcarme al sol. sentir la confortable rigidez de la membrana. sentir cómo me hacía llorar los ojos al mirarlo. cerrarlos y ver colores hermosos. cerrarlos e imaginar. un leve viento que se posaba de vez en cuando en mis mejillas, me rozaba la punta de la nariz y se extinguía. no causaba estragos helados en mí, como suele hacerlo. era, de hecho, una tranquilidad, un respiro, un descanso al sol. tomar aire, y matarlo con una pitada. así, tomar, matar, tomar, matar.
lo único que me sacaba de mi espacio eran las avispas. puedo armar libros llenos de historias sobre mis encuentros desafortunados con las avispas, y los insectosen general, sobre todo al sol. y serían libros ilustrados, les haría los dibujos, los pintaría con colores cálidos, y serían un condimento extra. como una pizca de sal, aunque una pizca a veces resulte poco, y deje insulsa a la historia. un poco de color, una historia, entre líneas otro color, otra historia, un título, un color, otro color, un dibujo, más historia, más color.
lo malo de estar al sol es eso simplemente, lo único que me aleja de mi tranquilidad. en general, son momentos que no disfrutaría de otra forma, aunque los haga sola. compañía, algún día me gustaría estar al sol, en ese sol precisamente, en compañía. pero debería pensarlo. pensar, analizar. antes de dormir.
al sol. el sol. alsol. sola, al sol.

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