era tarde, pero muy temprano a la vez. y me puse a pensar, divisando cada estrella que me acompañaba en la noche, una noche donde solamente necesité un abrigo mínimo, una cerveza fría en mis manos, los cigarrillos, y yo, y la noche, y la terreza.
realmente no quería estar ahí, tenía ganas de estar en otro lado. no quería estar sola, no quería estar triste, no quería haberme enojado, no era justo que llore de nuevo, y otra vez, y otra.
analicé la situación, el contexto en que me encontraba, y creo que un poco mejor me sentí. ese estar sola, esa soledad que yo misma busqué, que no planifiqué el cómo, que pasó y listo. que en un abrir y cerrar de ojos, fue así y transformó más de una cosa. pero ese es otro tema.
era buena la situación, quise analizarla mejor, quise pensar en que estaba realmente bien, que eramos las estrellas y yo. ningún él, ningún ellos, ni ellas. era imposible no sonreír, era imposible quedarme sentada, entonces me moví, y bailé. no era la cerveza, no. eran mis ganas de no querer llorar más, de decir "basta, quiero estar bien, un poco aunque sea, un ratito, una vez". eran esas ganas de querer transportarme a otro mundo, y poder hacerlo sola, y lograrlo, por minutos, por un rato nada más.
y estando así se sentía bien. me sentí bien, fue un rato, fueron unos minutos apenas, pero lo necesitaba. y lo logré. por un rato, pero lo logré.
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