puedo trotar, puedo correr,
pero no quiero;
puedo hablar, puedo decir lo que pienso,
pero no quiero;
puedo encerrarme, puedo dar vueltas por el mundo,
pero no me convence;
puedo llorar, puedo reírme de lo que me hace mal,
pero no quiero hacerlo;
puedo torturarte, darte vueltas en la cabeza,
pero me aburre, el sólo pensarlo;
puedo pintar, puedo fumar cigarrillos armados,
pero no quiero, y sí;
puedo trastornarme, fingir que siento y estoy bien,
pero no quiero - ya tuve bastante de eso - ;
puedo gritar, romper cosas y vomitar,
pero, algo calla algunas, otras no;
puedo desequilibrar mi estado,
puedo aniquilar mis deseos,
puedo satisfacer a otros,
puedo concretar sueños perdidos,
y malgastar el tiempo estancada,
pero no lo quiero hacer,
eso no es para mí, ya no;
malgasté demasiado tiempo;
soñé realidades vacías;
me sometí, e hice lo que querías,
pero ya no;
ves, cómo es, qué fácil aburrirse,
qué rápido el cnsancio, sí,
qué hermoso sentir el no, y anunciarlo;
no, no-quiero, no;
puedo hacer todo eso que no quiero hacer,
puedo hacer todo lo que no puedo hacer,
voy a hundir mi cabeza en una bolsa,
una llena de algodones de telas polares,
de sábanas marcadas por el asco,
manchadas con satisfacción ajena,
pintadas, para ocultarme,
ya no, no.
me río, de mí,
de vos, del sueño.
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