casos.

iba y marchaba, sin apuros (aunque suene contradictorio decirlo), sin preocupación alguna, sin sacrificios, paso por paso, plena consciencia; marcha, firme.
un pie que seguía al otro, un ojo se cerraba y el otro que empezaba a abrirse, para ver mejor, para ver algo al menos,
es posible que se disuelva, es probable que no sea como lo pensaba, aunque la marcha tenía que seguir su curso, porque así iba bien. camina, camina, camina
paso-por-paso, creo que no se entiende así, creo que no lo veía así. como una especie de guía, no; no existen las guías, o en realidad no tienen sentido -creo-.
la marcha de pronto empezó a descender, la velocidad bajaba, y la lluvia que salpicando, obstruía la vista, y empañaba los vidrios, empezó a mojar más de lo que mojaba antes;
quizá, qui-zá, la tormenta no la esparaste, no te anunciaron que de pronto el cielo se iba a nublar, a ponerse oscuro, y sin siquiera pestanear ibas a perder el control de todo; porque no sabías que iba a llover,
y la marcha descendió, y con la vista nublada, y los ojos mojados, y los oídos que tenían lugar para el zumbido infernal que no permite escuchar ni distinguir sonido otro alguno, desesperación; no se ve, no se siente, o sí se siente, el frío, el agua, frío, fría el agua.
desesperación; qué hacer, detenerse, y sí. detener la marcha, porque seguir ya no sirve,
porque no sabe no contesta, porque número equivocado, y mirá-cómo-te-hizo-pensár(!).
porque, ahora estás y no estás, más que no que que sí; grabás en la memoria miles de imágenes que ahora no podés pensar, querés seguir, y no podés, no querés, no se puede, está cerrado; puede ser por más de una razón, puede que no tenga razón, puede que sea así, la cabeza
que gira, gira, gira, no para, no quiere frenar, no puede decir lo que le pasa;
se marea, púf, se marea y ahí sí que estamos perdidos. si se marea, entre el cansancio de la marcha - de andar y andar; sí, siempre paso-por-paso - y la lluvia que obstruyó todo ó casi todo, y las consecuencias que dejó porque así te hizo pensar, y pensar, estamos perdidos;
sabémos, sé y sabés cómo es cuando explota que explota de explosiones, de los ojos, de las narices, de las bocas y las mejillas rojas, de los estómagos que no paran de doler, de las cabezas que hasta sangran de dolor, con espinas, con puntadas, con pinzas y
se aplastó, se apagó. la luz, sin luz, alivio, si se marea.
- caso contrario, seguir con la misma lucidez, frenar ante la lluvia, descansar por la marcha, llorar si hay que llorar, porque sí, siempre hay que sufrir; y cuando se termine la tormenta que nadie te anunció, cuando de nuevo empiece a aclarar, y el sol despeje, y las nubes sean pocas y blancas como algodón, así seguir la marcha, ir, caminar, caminar, caminar.
porque hay más caminos, porque si la lluvia frena, hay que descansar y seguir;
y sufrir, y llorar, y amar, y odiar, y tener frío, y sentir y sentir, y amar y siempre, porque si no se ama no se vive, porque la vida sin amor no es vida; porque sabemos y sé y sabés que es todo lo que necesitamos y que el cielo en colores es mejor, estrellas con cielos de colores.
pero, caminar. punto. aunque el cielo se ponga gris, sí.