dame más café, en la taza grande
la que tiene rosa
viejo, sin celeste
con mucha azúcar,
y cortalo.
traelo al día
en que me quedé dormida
y no se hizo tarde,
a la hora que no era
la misma que es ahora,
una hora tres minutos cinco segundos
antes.
y quedate,
sentate o acostate
pero quedate,
prendé la tele y poné música
(ahí están los discos);
pero sentate o acostate,
y prendamos un cigarrillo,
escuchemos qué lindo;
y mirame
que tengo un secreto
para vos.
no te acerques tanto
que te voy a quemar,
la fiebre es alta,
treintaynueve grados
y sigue;
cuidado.
está rico,
aunque falta azúcar,
sabías, no?
(es por cuidarme)
y si nos reímos
pensando en otra cosa
mejor?
el café con música,
con olor a sueño
y a ganas de llover;
que no tarde en pasarme
sería inútil tal, tal
angustia;
premeditada.
porque nada más
quería café.
No hay comentarios:
Publicar un comentario