me encontré de pronto tan perdida, tan lejos de aquella que solía ser (en el inútil reflejo, que tanto desprecio; que tan poco vale, que tan poco, y tanto a
la vez...) ; era una distancia abismal, un trecho que sobrepasaba mi visión. no fue incomprensión, fue una lejanía que me perturbaba y perturba, es esto que
no quiero ser, aaún más despreciable que la anterior yo, aún más triste, más desconforme.
no me veo, no soy igual, no perdí, gané - y eso es precisamente lo que me aqueja más que cualquier otra cosa- ; es el sentirme peor, es el sentir que hay un
vacío que antes no estaba, es recaer - a mi manera de recaer, no a la que todo mundo estaría dea cuerdo - y ver algo que no quería ver; esa oscuridad que
provocó ese efecto circular, de dominó mental, de que algo no está bien. algo falla; y ese mismo algo es precisamente el reflejo; no, no está bien, a nadie
le parece bien así, quien está del otro lado piensa todo lo contrario, quien la observa desde acá asiente con la cabeza, y no ofrece discusión; todos en
contra, es uno contra todos, es una contra todos, no ver lo real jamás y sentir profundamente que está bien así. eso soy, y aquello que se ve no soy yo, no
me parece lo correcto, no me parece que sea justo.
mi mente no progresa, no quiere y no va a hacerlo - no tiene intenciones de hacerlo - y me sucede, la ambiguedad que ya no es así, que busca lo que se piensa
como malo. yo la defiendo, estoy de acuerdo; asiento con la cabeza, y confío en ella.
perdida, no soy, pero voy a ser otra vez. y el reflejo asiente. conmigo (sin ser yo)
16/03/09
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