Si alguien quiere enamorarse... no se detenga

septiembre 16, 2010

ponele que tenga sentido

entre vasos de alcochol, entre besos de amor, entre semillas saladas, tengo una luna y vos un sol
un torbellino de viento helado y el tuyo algo más cálido
rociando margaritas ó girasoles, con lágrimas de invierno, con lágrimas de verte contento
envuelta en las sábanas que cambiamos juntos una vez, y otra vez allá, con el mar
sin pensar en qué podía salir mal,
somos pureza de amor, somos colores del sol, y de la luna, y de una pluma

y una felina caminante va sensual por la vida, con sus alas sin derretir
con sus ganas exterminadas de enloquecer, que no sabe qué hacer que se quiere ir y quedar
y deambular pero con las alas pintadas y sin destruír ni corroer
y enloquecida por el color que emana, por ese amor que guarda sin saber
y pensar, pensó, deambuló, se estancó, no pudo más y se entregó

septiembre 02, 2010

diez minutos de algo

me fumo un pucho y me voy a bañar.
- no puedo parara de quedarme dormida, no curso, trabajo, no curso, no duermo, ó lo hago muy poco, curso, me lleno el cuerpo de frío (que después termina en enfermedad, esa de mocos y tos), de lluvia, y trabajo. no me quiero comer más las uñas, había avanzado, pero ya no; una de mis tantas promesas que el viento viene y se lleva con él, de esas que sé que cumplo, pero que en cierto momento, por determinada situación me las olvido, y el inconsiente gana y se lleva los laureles. si total, cuánto tiempo más tengo para dormir? una hora? dos? diez? si total no alcanza, porque duermo, y duermo mal; sigo sin cursar, sigo sin dormir, y sigo sin despertarme, salvo que sean las diez, y tomasa llegue y me de besos en la nariz de mamá despertate, quiero desayunar.
ya no sé si estoy conforme con todo esto, de la rutina que no es rutina, del cansancio que extermina, que no me paso y llego a pilar andá a saber por qué. y la gente, la gente me da miedo, llega un punto en el que siento miedo, ya no es asco, ni bronca, es miedo. como si me quisieran atacar o hacer algo dañino en el preciso momento en el que me cruzo con esas, esos y esitos y esitas que salgan de mi vista que lloro, y camino más rápido a ver si todavía me alcanzan, y no quiero ni saber lo que puede pasar.


últimamente todo redunda en miedo; absolutamente todo. todo lo que toco se imanta y se contagia de él, y me lo contagia a mí. y no está bueno. el miedo, y los fantasmas que creía haber dejado atrás siguen ahí, ahí, mirándome fijo como el mismísimo primer día.

y el pucho se terminó, me voy a bañar.