Si alguien quiere enamorarse... no se detenga

diciembre 18, 2008

agua

cuando ya estaba jugada pensaba en que no tenía ganas, y porque no las tenía en realidad. pero estaba jugada, no había salida, ya era tarde, ya fue dije. ya me tiré, por qué no meterme más adentro a ver si al final me ahogo, o si fue todo cosa de mi cabeza, qué al pedo, y al final no pasa nada y salgo a flote. me tiré. entonces?
entonces nada. el agua fue en crecimiento. primero empezó en los tobillos, después más arriba, las rodillas, sube y sube por las piernas y las cubre, llega a la cadera, me empieza a dar frío, qué raro que me dé frío, cintura, no seas boluda, seguí, sin miedo, tranquila dale, y sigue llega a las axilas y me da más frío, y empiezo a temblar pero de frío nada más, no es por otra cosa, no, no tengo miedo de ahogarme, no me voy a ahogar. y por fin, y llega y hasta el cuello. hasta acá nada más?
si, no siguó creciendo la marea, se quedó ahí, no me tapó la nariz, no me dejó sin aire, seguí respirando, y lo bueno fue que el frío se iba yendo también, porque cuando estás adentro, el agua ya no se siente tan fría, y te acostumbrás a esa temperatura, el cuerpo se acostumbra a eso como a muchas otras cosas, no me ahogo, no me ahogo, qué bueno. con el agua hasta el cuello, y sin miedo de ahogarme.
tranquilamente
feliz.

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