Si alguien quiere enamorarse... no se detenga

diciembre 23, 2008

- I -

se había sentado con su libro, con su vehículo, respaldándose allí, sintiéndose de pronto sola. y al levantar la vista, sólo pudo quedar perpleja ante él, que la observaba directamente a los ojos, y en el mismo murmullo del lugar, se fue acercando, mientras ella daba vuelta la página. "es que, vos no tenés que estar ahí..."
y sin esperar respuesta alguna, se sentó, de la misma manera que ella, los vehiculos paralelos a ellos, las espaldas reposadas en el mismo árbol. creía que no había nada más que pudiera sorprenderla, hasta el momento en que desenfundó el libro, quedaron ambos leyendo, el mismo libro, la misma tapa, el mismo contenido, ya leído y releído cientos de veces por los dos. y una vez más, solamente por el placer que les regala, las lágrimas que no dejan de escapar, que les sienta tan bien.
sin mirarse, sin hablar, iban envolviéndose en pequeños fragmentos, eran letras, palabras, esos capítulos desordenados que tanto amaban navegar, hasta mirarse, observarse, convertirse en cíclopes, ser uno. sin murmurar ni pestanear, sin saber nombres ni destinos.
"café", ella sonrió. tomó su mano y la ayudó a levantarse, tomaron sus vehículos, y sin subirse a ellos caminaron, tomados de la mano, como conociéndose de antaño, pero solamente ellos sabían que eso no era así. café, dos sillas, una mesa, vehículos afuera, libros enfundados, dos desconocidos que empezaron a dejar de serlo. dos amantes perdidos que sin pensar se encontraron, sin buscarse estaban diciendo todo con los ojos, sin querer estaban queriendo.
tazas vacías, cielo que se nubló repentinamente, los cíclopes aparecieron nuevamente, y ya se habían dicho todo.

...

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