andando

tengo frío, tengo miedo, tengo un hoy y un mañana para hacer todo de nuevo; tengo ganas, tengo sueño, supongo que sin querer muchas veces me voy a atar a esto; y sin querer no saber lo que puede llegar a ser, suponer un mundo idealizado cien mil veces igual que ayer; a idealizar la idea de tener y en un momento perder; a no saber, a eso tengo miedo, a suponer, a no entender. a perderme en el espacio frío y sin colores, de guerras y olvido, a no encontrar la salida. a sentirme sola, vacía y perdida una vez más, sí, a eso tengo miedo. a perderme de nuevo. a no llegar a ser yo, a desconocer cuerpo, alma y mente.

sí, a eso tengo miedo, a mirarme a los ojos y no reconocerlos, a no sentir mi cuerpo parte de mi estructura, a no verme en ideales, recuerdos ni sentimientos. tengo miedo, a no valorar, ni a mí ni al resto, a ver sólo un pedazo de masa amorfa moviéndose de un lado a otro, sin reconocer que yo soy eso, y no precisamente una masa amorfa, vacía, insípida, tiesa, dura y fría.
tengo miedo a caerme, a errar cuando tan humano es, a seguir culpándome y castigándome por episodios, complejos y no, pero episodios. y siempre, siempre aclaré, que nunca me arrepentía de nada de lo que había vivido, pero acá, es hoy, y hoy lo que aclaro además, es que no, que la culpa no ayuda, la culpa no sirve, no existe; es lo que básicamente nos ata a este miedo.

siempre tengo sueño, hoy particularmente tengo mucho frío, y tengo la ansiedad a flor de piel. sé que todo va cicatrizando de a poco, que al fin y al cabo, nos curamos y nos cuidamos; sé que nos curamos, que la salida no es sencilla, pero que salir, podemos salir, rodeados de amor, de sonrisas, de voluntad propia, de reconocer y querer intentar; sí, quiero intentar. una vez más. pero esta vez, esta vez, de lo que más segrua estoy, es que va en serio. siempre, sí, con amor, con sonrisas y voluntad propia. quiero intentar. y ya, ya me diste la mano.