se me hace bien cuando me pongo a pensar en mí, viendo directamente con los ojos hacia adentro, cerrándolos o manteniéndolos bien abiertos, ante cualquier duda, desvarío, sueño, flash lumínico que no apunte a nada.
se hace lindo cuando las cosas más vitales van formándose de lindura con cada paso, que cada paso signifique a su vez, unos cientos de pasos que no se dieron anteriormente, y cada paso que no se dió anteriormente, al ser desplazado, no se transforma en mochila, lo cual si se quiere hasta es curiosio, pero no. definitivamente no, no hay nada que se pueda transformar en mochila porque sí.
y en serio, de veras, te prometo, que no va a ser mochila, que no va a transformarse, porque en verdad siento que no merece la pena en ese caso, que mochilas ya llevo unas pares que trato de sacar, sobre todo por la espalda y las contracturas y esas cosas que nos hacen doler hasta el último pelo de la cabeza; en serio, no quiero más mochilas, y eso depende pura y exclusivamente de mi y de mis ganas de seguir caminando, como el juan caminante.
pensé que me iba a hacer mal estallarme con los seis amores más lindos. pero porsuerte, no fue así, porque me reí con mis amores más lindos, porque me hacen sonreír de lo bien que son. lo geniales que son. de lo que amo sentirme acompañada por ellos. los seis amores más lindos, que hacen de cualquier lata, una melodía perfecta.
eso es amor. yo lo siento. sé que puedo amar, y amo. así como a ellos seis amores más lindos.
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